martes, 22 de febrero de 2011

Planeta humano

Tomás, muchas gracias. Lo mejor que he visto en siglos.
Cuando uno termina de ver esto, no tiene más remedio que, a pesar de la que está cayendo en el mundo, sentirse orgulloso de ser humano.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Con la crisis a cuestas

Salgo de una reunión en la me dicen que mi empresa está teniendo problemas de cobro a proveedores, y que sólo sabemos si vamos a cobrar la próxima nómina apenas 15 días antes de la fecha. Bueno. Aún puedo vivir con esa sensación de inestabilidad, porque me he "criado" en ella en el seno de dicha empresa.
Lo que llevo fatal, y cada vez llevo peor, es la otra crisis. La crisis del sistema democrático conforme lo entendemos, incluyendo sus aspectos éticos, verdaderos pilares básicos del formato de funcionamientos sociopolítico en el que convivimos.
Por ejemplo, para que se me entienda. Un rato después de esa reunión me entero de buena tinta que a alguien a quien aprecio dos perros de esos enormes que guardan fincas le han matado a un hermano y enviado al hospital a un sobrino, que aún se recupera de las heridas sufridas. Iban caminando por un carril público hacia otra finca de su propiedad, a hacer lo que les pasara por los cojones. Pues resulta que el responsable de los perros se las ha ingeniado para que la finca donde estaban los canes deje de ser de su propiedad con sospechosísimo efecto retroactivo haci un punto temporal previo a la agresión canina al prójimo. Se la había traspasado a alguien que aceptó generosamente el proceso, es de esperar que sin esperar nada a cambio(nótese, si es que no se ha notado, el tono jocoso de la última afirmación). A resultas de todo esto, la ley y la justicis en la que se espera que confiemos, no podrá establecer responsabilidades de ningún tipo del verdadero propietario de los perros y de la finca, con lo que,además, la familia del asesinado y el sobreviviente, que es la misma, tendrán que asumir las costas del juicio.
La más básica moralidad en la que se fundamenta nuestro sistema sociopolítico vomitaría ante la mera imaginación de este realísimo caso práctico. Esto sí que es un ejemplo de la verdadera crisis que estamos viviendo. Después de esto, parece claro que cobrar más pronto o más tarde la nómina de febrero, a cualquier persona cabal le va a importar lo mismo que la vida de esa persona asesinada y la otra agredida y tullida de por vida a nuestro sistema judicial.
Esto no puede ser... Pero es. Maldita sea nuestra justicia injusta, quienes aprueban leyes a base de corrección política, en lugar de a base de la lógica moral en la que nuestros padres nos criaron. Llegamos a la estación-término en la que el pirata, el bribón, el hijo de la grandísima puta, en resumen, es el que escapa de la justicia verdadera, no de la que tenemos, la que sufrimos.