miércoles, 24 de febrero de 2010

Más fashion victims


El corresponsal de este blog en territorio luso me remite un claro ejemplo de internacionalización de las macrotendencias de la moda en el vestir, al hilo de la entrada anterior.
En este caso parece tratarse de un producto mixto, diseñado pensando en climas más fríos, por el borreguito que muestra en el dobladillo visto superior, así como también por las suelas de tacos para caminar con el pie a suficiente distancia del suelo.
La reflexión del párrafo anterior tendría sentido si se tratara de un producto claramente funcional, asunto, cuando menos, dudoso. Así, sus facultades de adaptación a tiempo atmosférico más inclemente tienen poco sentido práctico, dado que dichas botas de goma proceden del entorno algarviú, difícilmente encasillable como región fría, incluso en pleno invierno. Que se lo pregunten a las diversas comunidades guiris que ubican, a menudo definitivamente, su domicilio en tierras sur-portuguesas.
Es un magnífico ejemplo de cómo la sofisticación del mercado y el auge del diseño como fundamento del producto, no conoce las fronteras internacionales, por otra parte (y como es el caso) a menudo absurdas. Muito obrigado, Joao. Devo-lhe um café.

martes, 16 de febrero de 2010

Fun Flash fashion


Soy catetillo, lo reconozco. Se entienda por catetillo aquél que no participa demasiado de olas de moda, aunque se regocije en su análisis y crítica (más o menos destructiva, o más o menos científica). Esta segunda parte no forma parte de la definición.
En este marco, hoy he tomado consciencia una vez más de mi catetura, aunque aliviado por tan singular ejemplo, pues luego he contrastado que dicho elemento fashion también llamaba la atención de quien circulaba a su alrededor. Estas son lo que toda la vida se le ha llamado botas de goma o de agua. Pero claro, la moda nunca permitiría pasar por encima de este objeto de protección contra la lluvia, que a estas alturas del año nos tiene hasta las agallas. Y alguien tan fashion como su portadora jamás se calzaría otras botas de goma que no fueran de este estilo.

miércoles, 10 de febrero de 2010

¡Soy rico!

Hasta ahora no he tenido tiempo (ni tripas) para sentarme a escribir algo de lo del sábado. Pues fue mi cumple y, en mi línea, no tenía en mente celebración alguna, más que la reglamentaria y familiar comida fuera de casa, celebración de la ilusión de mis niñas y Marta, más que la mía, que nunca la he tenido.
Pero en esto que, haciéndose la distraída, Marta me convoca en la Plaza de Las Monjas, cerca de la que estaba yo lidiando a las peques con el kilometraje y el hambre propios del final de una mañana findesemanera. Pues allá que voy, puntual. "Vamos a celebrar tu cumple en un restaurante aquí cerca". Pues allá que vamos.
Encontrarme allí a todo el personal este... Bueno, sigo sin saber muy bien qué decir, y sin poder decir nada que pueda igualar, en grado adecuado de expresividad, los sentimientos del momento, de la tarde y parte de la noche (altas horas, en la escala paternal). La sorpresa, el gustazo y la sincera y duradera felicidad que me inspiró la presencia de este grupo de amigos me hizo sentir pleno, lleno, orgulloso de que mis amigos acudan cuando se trata de organizarme algo, con el follón socio-familiar y laboral en el que estamos todos emberenjenados, cargados de niños, turnos de trabajo, viajes, etc. Y por supuesto agradecido por un regalo inigualable. Marta, te quiero. Y agradecido a todos y cada uno de los que vinieron (gracias, respectivas, por cuadrar la agenda familiar), con el corazón en la mano y los ojos llenos de tierra (sí, mamones, es que... esto..., sí, eso, que venía de la obra de al lado y no es que estuviera "tierna como la dorada" que nos comimos). Señores: siempre me tendréis a vuestro lado. Si los que estábamos (y los que faltan) hemos sido amigos 15, 20, 30 o casi 40 años, nada me va a impedir que lo seamos, como mínimo, los que me falten para palmarla. Seré rico mientras tenga vuestros teléfonos.

Curri, así todavía pareces el de antes. Bueno, también con tu niño en brazos. Para mí, el de siempre.
¡Coño, Pepeluí, echa cuenta a la cámara, que te distraeeees!

Ale, eso es una mujer para ti. Ya sé que lo sabes. Y la otra para mí. Sí, también lo sé.

Juan, no se puede estar casado y mirar con lascivia a tu propia mujer. ¡Estas enfermo!

Montse también está, lo que pasa es que lunes, miércoles y viernes va a la escuela de los X-Men. Oposita para una plaza de mujer invisible en la panda de super-héroes de la tele.

Primo, me dijeron que aguantaste los tiros de esta gente hasta el final. Eres un superviviente.