domingo, 31 de enero de 2010

La impenetrabilidad de los cuerpos


Siempre me gustó la Física. En el Instituto, los días que había prácticas, de campo o de laboratorio eran equiparables, en la escala de ilusión adolescente, a los de educación física. De más mayor uno se da cuenta de que hay cuerpos más penetrables que otros. Pero ese es otro asunto.
Y mira que Antonio me lo decía. "Quillo, no corras tanto", "Quillo, cuidao con esa china de 1000kg.", "Quillo, cuidao con el pino del final de la cuesta abajo"... Y yo creía que iba bien. Rápido, pero bien. Y el pino se movió. Joer, qué porrazo. Menos mal que le di de plano con la parte de mi cuerpo que mi legítima siempre dice que es la más dura: la cabeza.
Desde luego que el pino era impenetrable, y que mi cuerpo y el suyo no podían ocupar, simultáneamente, el mismo espacio.

A comer a Faro (II)


Joao y yo fuimos los únicos supervivientes de una comida de trabajo, en la que todos sabíamos que íbamos a trabajar poco... pero comer, había que comer. Junto al aeropuerto, "O Pontual". Como nos gusta, sin pretensiones, pescado inmejorable, lo suficientemente escondido como para que el acceso esté virtualmente restringido a parroquianos. Pedimos fritura de sardininhas y carapao (no sé qué pescado es este en España). Joao, ese programa de Doctorado tiene que salir, aunque sólo sea para seguir probando RSP (Restaurantes Sin Pretensiones).

jueves, 28 de enero de 2010

Fotos anchas

Siempre me han gustado las fotos anchas, así, como panorámicas (a veces sin el "como"). Me han dejado un rato tranquilo y he recortado unas cuantas, para ver el efecto. He seleccionado estas.

Tropa. Tienda de juguetes, Brujas (Bélgica).

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S/T. Estación de Roosendal (Holanda).


Edificio da Camara, Estoril (Portugal)


Marina, Estoril (Portugal)


Libre, Playa de la Bota, Punta Umbría.

domingo, 24 de enero de 2010

Deja-vu

"Hoy tengo un sueño", como dijo Martin Luther King. Nos autoconvencimos de que hoy no habría tanto barro en el campo, y tal y tal. Así que, bueno, aunque agua había, también echamos un buen ratico. Lo del sueño iba por esa sensación, que ya de mayor me enteré que todos tenemos, de "esto ya lo he vivido yo antes". Tiene cierto punto de estar soñando despierto. Justo lo que me pasó en el momento de clavar la bici en el barro hasta los bujes, con la diferencia de que realmente me había pasado, tan sólo quince días antes.
El campo estaba como ya sabíamos, aunque quisiéramos pensar que estaría más ciclable. Bueno, realmente ciclable estaba, pero mojado... Juzguen por las fotos. Para los amantes de la fotografía, estoy especialmente orgulloso de la de los juncos tumbados por la riada y la cascada. Consideren que están hechas con un teléfono.










martes, 19 de enero de 2010

Menos mÁ que nos queda PortugÁ



Cuanto más tiempo paso en el país vecino (el del Oeste), más me gusta. El otro día, buscando casa, me di una vuelta por los alrededores de Faro, y me encontré, en un pequeño pueblo llamado Estói, una maravilla de Pousada, resultado de la restauración de un palacio barroco del XVIII, de algún pobrecito muerto de hambre. El salón principal y las vistas de la terraza no tienen desperdicio. No sé cómo había gente tan sacrificada que asumía esto de ser noble terrateniente en el siglo de las luces (del "ilumnismo", que le dicen los vecinos). Qué vida más perra.


lunes, 18 de enero de 2010

Cálculo


Es importante calcular bien. Y no hablo de matemáticas, que todos sabemos de su gran utilidad por su importancia y lo temibles que son en la educación primaria. Y la secundaria también.
Este fin de semana me falló el cálculo de la consistencia de los materiales que componían el suelo por donde pisaba mi bicicleta. Después de casi un mes sin parar de llover, los suelos que estoy acostumbrado a pisar han cambiado bastante, y las vaguadas y zonas bajas, o rodeadas de montes o cabezos, se han convertido en trampas para el descuidado ciclista que, creyendo que iba a pisar en diez centímetros de agua, pisó en diez decímetros de barro. Resultado: frenada inmediata sin tocar los frenos, inmersión posterior hasta las rodillas y aseo improvisado del tren inferior en las aguas corrientes de la zona.

viernes, 15 de enero de 2010

A "ver el fútbol"...

...que al final resultó que sí había fútbol; lo que no es raro, dado que existen varios cientos de canales de televisión emitiendo fútbol a cualquier hora del día o de la noche.
El caso es que nos juntamos los buenos y pasamos un buen rato, de los que nos merecemos. Pepe Luis decía que, como las almendras estaban buenas, compró tres kilos. Pa'qué vamos a andar con tonterías.
El Recreativo, como viene siendo habitual, perdió de la mano la convocatoria, entre el ánimo flemático (e incansable) de Iván y la transposición de alma de Paco, que aún sabiendo que el Recre es experto en tirar resultados por la borda, algo en él le hacía mantener la esperanza: aunque sólo contábamos con un 3-0 en el partido de ida, podríamos superar al At. de Madrid en el Calderón. "¡¡Pero ¿por qué nos pasa esto, por qué?!!
El ambiente a las 0115hs era el que se refleja en la fotografía que sigue... fotografía que me ha hecho descubrir que la cámara de mi teléfono móvil tiene un complejísimo sistema de filtros ópticos, que eliminan sabiamente el humo, la niebla y los contaminantes ambientales, para ofrecer una imagen lo más nítida posible. A simple vista, apenas se veía la pared de enfrente.

miércoles, 13 de enero de 2010

A comer a Faro


Desde Gambelas, donde está el campus homónimo, Joao me ha llevado a comer a una "tasca" de Faro, sinónimo español de bareto donde ponen comidas, siempre caseras y de alta calidad y frescura de componentes... e sem pretensoes, matiz importante. Magnífico almuerzo a base de salada montanhesa y robalinhos, cervejas dobles. O Murta, repetiré.

domingo, 10 de enero de 2010

El monstruo de las galletas ya tiene sucesor(a)

Mi hija, la chica, me sorprendió por décima vez en lo que iba de día, ayer, sobre las 10 de la mañana. Mis amigos me conocen como el devorador de galletas o magdalenas a horas intempestivas, e.g., las cinco de la mañana, a la vuelta de las antiguas largas noches de calle. Y me otorgaron en su día el título honorífico del "monstruo de las galletas", por ser capaz de superar sucesivamente el record guinness en dicho campo.
Parece ser que esta habilidad, tan inútil como otra cualquiera, ha sido heredada por mi hija, la chica. Se sentó conmigo mientras cumplía con mi deber diario de comerme, al menos, medio paquete de galletas maría, de las normales (nada de "doradas", "al horno", "troqueladas", "trituradas", "nuevas" ni ninguna otra gaita posmoderna por el estilo) mojadas en leche, esta vez a la hora normal de un padre de familia normal (creo). La niña trincaba galletas a un ritmo absolutamente desproporcionado con su tamaño, que apenas supera al de las galletas. Entre los dos cubrimos el expediente del paquete completo.
Seguiré informando sobre esta nueva habilidad descubierta en mi retoño más revoltoso.

viernes, 8 de enero de 2010

Équidos



Sólo son dos. La cebra, un motivo bastante clásico en la fotografía, por razones plásticas obvias. Sin luz adecuada, a "vuela-botón" (es decir, aquí te pillo aquí te fotografío), sigue siendo interesante.
Los otros, las yeguas marismeñas (Almonte, Huelva), en uno de los espectáculos más bonitos que conozco, La Saca: cultura y naturaleza.

jueves, 7 de enero de 2010

Ecologistas, ecomediáticos

Hace un rato he visto al Director de Greenpeace-España (en adelante DGE), siendo recibido en el aeropuerto por familiares, amigos y compañeros en Barajas, a su regreso del talego belga.
Me ha llamado la atención su discurso, y la interpretación colectiva a su alrededor, en el tono de mofa habitual, puesta en escena cuidada, tanto suya como del entorno. Los medios, además, entran en el juego, que es el suyo, con titulares fáciles, imágenes vistosas y con acción. Nombran a DGE por su apelativo, el cariñoso, vamos, el que usamos todos cuando hablamos de "Juancho". Los ecologistas últimamente (ahora que lo pienso, no tan últimamente) se han pasado al lado oscuro de la manipulación de la audiencia mediante el arte del escaparatismo televisivo.
Mi compadre José Luis, que apenas necesita sus ojos a la hora de ver cosas, para hacer sentir a sus alumnos lo que siente un ciego, les venda los ojos y los estrella contra la realidad. Si a mí me hubiesen practicado esta técnica mientras pasaban esta noticia (coincidente en formato, a pesar de los diferentes canales de emisión), me hubiese imaginado un argelino que, por ejemplo, escupe al suelo con la mala suerte de que coincidió con el paso de un coche de policía..., ya sabéis, policía argelina, tratamiento argelino, cárcel argelina, etc. O somalí. O paraguaya. Por decir algunos países que se me venían a la mente cuando escuchaba al DGE. Trato inhumano, desproporcionado, inaudito en un país desarrollado... EL DISCURSO, vamos. El que los televidentes esperábamos escuchar de un señor que las ha pasado canutas en una cárcel belga durante tres semanas, tan felices como las correspondientes a las fiestas navideñas..., pobre..., todos cenando animalitos y el DGE en el durísimo y atestadísimo talego belga.
Juancho, hay que apechugar. Montasteis el circo y os crecieron los enanos... Por pensar bien, y no pensar que habíais calculado el máximo de efectos colaterales por la instalación del circo en el sitio adecuado, pero en el contexto menos adecuado (cabreo del gobierno belga por la pantomima de la cumbre del cambio climático y la retransmisión de su fracaso a nivel global y en tiempo real). Pero hasta en las circunstancias adversas, el "bueno" de la película ha conseguido aparecer como "el mejor". Causalidades del control mediático (de las técnicas, me vengo a referir).
Hay que apechugar. Hubiera estado bien, para los que nos sentimos ecologistas (en sentido contemporáneo, actual, social y realista, es decir, diferente de lo que representa Greenpeace...), haber escuchado de la boca de nuestro amigo Juancho (no el lagarto, el otro, el DGE) algo así como "Me trincaron bien. Pero bueno, gajes del oficio. La próxima no me cogerán. Que me voy, que me espera mi novia". Porque los ecologistas de verdad necesitamos patalear, porque, aún haciendo lo que podemos en nuestras circunstancias, tenemos que ver a los otros ecologistas en el juego político-mediático, lloriqueando y apelando a un estado de derecho que, aplicado sobre uno, duele más. Portavoces del gobierno belga han declarado (me ha dicho la radio): "Las leyes, en Bélgica, se cumplen". Ojalá pudiéramos decir lo mismo de las escuálidas leyes ambientales, de las leyes internacionales (en agonía crónica, cuando no en coma profundo), y voy a parar ya, para no llegar a la demagogia propia de la técnica de exposición mediática.

martes, 5 de enero de 2010

La cabalgata de Reyes


Bueno, parece que estas fiestas, por fin, se acaban. Mi legítima me ha sacado de la única siesta gostossa que me pego desde hace nosecuánto tiempo, porque sus majestades los Reyes Magos, tras almorzar en algún buen restaurante (son Reyes, al fin y al cabo), han adoptado en los últimos años la fea costumbre de salir a deshoras a repartir caramelos. Con esto de las niñas, llevo cuatro años asistiendo a una media de tres cabalgatas de Reyes en estos días, y me he dado cuenta de que los Reyes son tíos distintos en cada sitio; y que además las Reinas nunca vienen. Supongo que, como es el trabajo de los consortes, se quedan durmiendo la siesta. Éstas sí que son sabias, no sus respectivos, que se ponen a currar a tan malas horas.
En fin, que el afán real de mi legítima me ha brindado la oportunidad de tomar el siguiente testimonio de la ilusión que reina (nunca mejor dicho) en la parte femenina de mi familia, que arrastra al resto de familiares a una situación como la que se ve en la fotografía, donde la cabalgata ni asoma... pero ahí, cogiendo sitio, como tiene que ser. Así se evitan aglomeraciones.

domingo, 3 de enero de 2010

Lunchless de navidades



Pues por fin FPV se dignó a marcarse una rutita con un servidor. Lo pasamos estupendamente: enduro, barro y agua, charla y botellin/es an'ca La Antonia.
No hubo tanta "inmersión" como el fin de semana anterior con Antonio, pero el buen rato fue de similar categoría.

España y los españoles

Hoy he leído unas noticias de medios que me han dejado pensativo. Telecinco ha incrementado un nosecuántos por ciento su audiencia de las campanadas, respecto de la misma del año pasado, el mismo día y a la misma hora (obviamente). Y La 1 está orgullosa de haber podido batir en número de telespectadores a dicha cadena privada en ese momento de Nochevieja. En ambos casos la explicación parece encontrarse en que Belén Esteban, cuyo curriculum consiste en ser la ex de un torero y reformar periódicamente su físico, ha co-presentado la retransmisión de las doce campanadas en Telecinco.
Tras leer esto, hago un esfuerzo sobrehumano por convencerme a mí mismo de que en los demás países de nuestra órbita cultural y socioeconómica pasaría lo mismo. El "mal de muchos consuelo de tontos" es el único alivio que me queda, tras comprobar una vez más que gentes que se ganan la vida mintiendo en un teatro insultante con máxima cobertura mediática (incluída internet), tienen el poder del cuarto poder, de dar dinero e influencia a los canales que los emplean, y temas de conversación e interés a las míseras vidas de los que se interesan por ellas.
A la mala hora que leí las noticias a las que me refiero.