jueves, 7 de enero de 2010

Ecologistas, ecomediáticos

Hace un rato he visto al Director de Greenpeace-España (en adelante DGE), siendo recibido en el aeropuerto por familiares, amigos y compañeros en Barajas, a su regreso del talego belga.
Me ha llamado la atención su discurso, y la interpretación colectiva a su alrededor, en el tono de mofa habitual, puesta en escena cuidada, tanto suya como del entorno. Los medios, además, entran en el juego, que es el suyo, con titulares fáciles, imágenes vistosas y con acción. Nombran a DGE por su apelativo, el cariñoso, vamos, el que usamos todos cuando hablamos de "Juancho". Los ecologistas últimamente (ahora que lo pienso, no tan últimamente) se han pasado al lado oscuro de la manipulación de la audiencia mediante el arte del escaparatismo televisivo.
Mi compadre José Luis, que apenas necesita sus ojos a la hora de ver cosas, para hacer sentir a sus alumnos lo que siente un ciego, les venda los ojos y los estrella contra la realidad. Si a mí me hubiesen practicado esta técnica mientras pasaban esta noticia (coincidente en formato, a pesar de los diferentes canales de emisión), me hubiese imaginado un argelino que, por ejemplo, escupe al suelo con la mala suerte de que coincidió con el paso de un coche de policía..., ya sabéis, policía argelina, tratamiento argelino, cárcel argelina, etc. O somalí. O paraguaya. Por decir algunos países que se me venían a la mente cuando escuchaba al DGE. Trato inhumano, desproporcionado, inaudito en un país desarrollado... EL DISCURSO, vamos. El que los televidentes esperábamos escuchar de un señor que las ha pasado canutas en una cárcel belga durante tres semanas, tan felices como las correspondientes a las fiestas navideñas..., pobre..., todos cenando animalitos y el DGE en el durísimo y atestadísimo talego belga.
Juancho, hay que apechugar. Montasteis el circo y os crecieron los enanos... Por pensar bien, y no pensar que habíais calculado el máximo de efectos colaterales por la instalación del circo en el sitio adecuado, pero en el contexto menos adecuado (cabreo del gobierno belga por la pantomima de la cumbre del cambio climático y la retransmisión de su fracaso a nivel global y en tiempo real). Pero hasta en las circunstancias adversas, el "bueno" de la película ha conseguido aparecer como "el mejor". Causalidades del control mediático (de las técnicas, me vengo a referir).
Hay que apechugar. Hubiera estado bien, para los que nos sentimos ecologistas (en sentido contemporáneo, actual, social y realista, es decir, diferente de lo que representa Greenpeace...), haber escuchado de la boca de nuestro amigo Juancho (no el lagarto, el otro, el DGE) algo así como "Me trincaron bien. Pero bueno, gajes del oficio. La próxima no me cogerán. Que me voy, que me espera mi novia". Porque los ecologistas de verdad necesitamos patalear, porque, aún haciendo lo que podemos en nuestras circunstancias, tenemos que ver a los otros ecologistas en el juego político-mediático, lloriqueando y apelando a un estado de derecho que, aplicado sobre uno, duele más. Portavoces del gobierno belga han declarado (me ha dicho la radio): "Las leyes, en Bélgica, se cumplen". Ojalá pudiéramos decir lo mismo de las escuálidas leyes ambientales, de las leyes internacionales (en agonía crónica, cuando no en coma profundo), y voy a parar ya, para no llegar a la demagogia propia de la técnica de exposición mediática.

1 comentario:

  1. Billor, que no me queda claro del todo qué es lo que quieres decir sobre el Juancho ese... ¿hay que pegarle un tiro en la nuca por colarse con un cartel en una cena de copete o no?

    ResponderEliminar