jueves, 18 de marzo de 2010

Más saudade.


Y para colmo, el siguiente fin de semana comí, con la totalidad de mi familia, en Casa Ignacio (Aljaraque, Huelva). Un restaurante con decoración setentera, perenne desde entonces; como también la calidad (y buen precio) que sigue ofreciendo.
Hace que no iba... Perfectamente puede hacer siete u ocho años. Estupenda bodega, cocina casera, magnífico producto, y todo sin pretensiones, como son los mejores restaurantes.
Al preguntarle a Francisco por su padre, Ignacio, me dijo que acababa de salir, pero que volvía en seguida. Cuando el abuelo entró, pareció identificarme y me saludó. Es cierto que me gasté casi íntegros mis primeros sueldos en este sitio, a mediados de los 90; pero ¿realmente se acordaría de mí después de ocho años? Por otra parte casi todas las mesas estaban ocupadas y sólo me saludó a mí. Un señor con ochenta y bastantes, ofreciendo bueno vino a los clientes e interesándose, sin agobiar, por el rato que pasa cada cual en su local. Como tiene que ser. No dejaré de ir hasta que el bajón de calidad y/o de servicio me obligue.
Casa Ignacio. No se lo digáis a nadie.

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