Maravilloso día de deporte y naturaleza. Esta espinita la tenía clavada desde hace ya tres años; entre lluvias, asuntos familiares y, el año pasado, dudosa forma física y psíquica para afrontar el reto.
Salvo un par de sitios de pateo, toda la ruta (con piernas y cardio suficiente) ha sido ciclable. Los paisajes espectaculares, los tramos de descenso vertiginosos y emocionantes, las subidas durísimas..., han hecho que la llegada a meta con 5 horas 20 minutos haya sido un logro personal. 80km mal contados, y 1800 metros de desnivel acumulado, también mal contados.
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