domingo, 22 de agosto de 2010

Fort William, día 6

A las 0845 ya estábamos en el coche. El trayecto de vuelta a Edimburgo, desde Fort William, no tiene desperdicio. Desde los espectaculares valles glaciares y cimas de Glen Coe y alrededores, pasamos, hacia Stirling, por una zona de sucesión de ríos y lagos, para pasar a la campiña típica de granjas y pastos, bosquecillos de verdes fluorescentes que delimitan parcelas de amarillo oro, con la cebada por recoger, o recién recolectada. Llegamos al aeropuerto con la respetuosa horita de margen. El impacto de los 28 grados (suerte que tuvimos) al llegar a Faro nos devuelven al veraneo clásico; y a la "playita". Prefiero las de Escocia, al menos en esta época del año.

Llego con la sensación de haber visitado sitios a los que volveré. Como la mayor parte de los lugares donde la presencia de la naturaleza en estado puro monopoliza el ambiente, estos paisajes me llaman.

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